En su mensaje de Navidad, Gallardón aseguró que la etapa de profunda transformación de Madrid que culmina este año tendrá su continuación en 2008 en cada barrio de la capital, "allí donde haya un elemento del paisaje que mejorar, un servicio que prestar, una necesidad que atender".

El alcalde precisó que "también nos volcaremos, todo lo que sea necesario, en mejorar la gestión administrativa que la actividad incesante de Madrid nos requiere, con el mismo compromiso y nivel de eficacia con los que hemos impulsado otras reformas que han modernizado sustancialmente una institución que a todos pertenece", el Ayuntamiento.

Tras recordar la conmemoración de los 200 años del alzamiento del Dos de Mayo, en el que "los madrileños se levantaron contra la opresión y la arbitrariedad para fundar, a partir de su sacrificio, la gran nación de la que somos capital sobre principios de igualdad y solidaridad entre españoles", Gallardón destacó la necesidad de trabajar para que esos valores no desaparezcan.

"Es deber nuestro, por tanto", dijo, "trabajar para que esos valores no se deterioren ni desvirtúen bajo ningún discurso basado en el privilegio, en la diferencia entendida como pretexto para la postergación de unos ciudadanos frente a otros o en la simple apatía ante los ataques a ese ideal democrático".

Según el alcalde, los madrileños "podemos hacer mucho para consolidar, serena y razonadamente, una España justa y cohesionada, no sólo mediante el ejercicio reflexivo del derecho a la participación política y la renovación de las instituciones al que en 2008 estamos llamados".

Para lograr ese modelo de España, Gallardón apeló a la "convivencia diaria y a los grandes proyectos que compartimos con todo el país, como la candidatura olímpica de 2016", así como a "un rechazo sin matices al terrorismo y todas sus argucias, que desde la pasada Navidad se ha llevado cuatro vidas y no ha cesado de desafiarnos".