Lo está haciendo mediante sistemas industrializados, prefabricados y factorías móviles con producción de componente a pie de obra, según informó en una nota el Consistorio madrileño.

El objetivo final es demostrar que es posible la construcción de edificios de distribución "más flexible" y con un diseño "más personal" de la vivienda, que se adapte a las necesidades del usuario, con la utilización de materiales de "fácil reposición y reciclaje que permitan prolongar la vida de los edificios".

El coordinador de Vivienda, Juan José de Gracia, recordó hoy que "la gran calidad de nuestras viviendas las avala el esfuerzo de los concursos que promovemos para la elección de los arquitectos y posteriormente de las empresas constructoras".