En la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno del Ayuntamiento, el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, aseguró que su despacho y el del concejal de Seguridad y Servicios a la Comunidad, Pedro Calvo, "están abiertos" a los vecinos para aplicar de la mejor manera posible el SER.

A la pregunta de si tienen previsto adoptar alguna otra actuación para intentar solucionar el conflicto, a la vista de que siguen las protestas y movilizaciones de los vecinos y comerciantes, como las de esta tarde, tanto el Gallardón como Calvo respondieron destacando la bondades de los parquímetros.

"El sistema es bueno y lo saben los vecinos que llevan tiempo disfrutando de los parquímetros", afirmó Gallardón, quien dijo que no se resigna a aceptar lo que se viene diciendo desde hace muchos años acerca de que el tráfico de Madrid no tiene solución. A su juicio, para conseguir una solución es necesario "voluntad, convicción, diálogo y coraje".

Indicó que no tiene "la varita mágica" para solucionar el problema del tráfico en la capital de un día para otro, pero aseguró que con medidas como los parquímetros se garantiza que los residentes puedan aparcar sus vehículos cerca de sus casas, que la movilidad no se obstaculice por el caos del tráfico y que la competitividad de Madrid se mantenga con medidas como la tarjeta especial de aparcamiento para los vehículos comerciales y de servicios.

Reiteró que la voluntad de diálogo del ayuntamiento es "plena" con todos y cada uno de los representantes de los vecinos. "Este Gobierno, el concejal de Seguridad y el alcalde tienen su despacho abierto" para aplicar la ampliación del SER de la mejor manera posible a cada barrio, afirmó Gallardón.

TARJETA NARANJA

Gallardón y Calvo valoraron el acuerdo alcanzado ayer con la Asociación de Empresarios del Metal de Madrid (Aceim) para que fontaneros, electricistas y otros operarios puedan aparcar en zona azul hasta cinco horas, al que también se ha adherido la patronal del pequeño comercio de Madrid Cecoma y otras asociaciones empresariales.

Para que las empresas comerciales y de servicios puedan aparcar hasta cinco horas en las plazas azules deberán solicitar al ayuntamiento una tarjeta naranja para cada uno de los vehículos que costará no más de 350 euros al año, un precio que, según Calvo, no es abusivo si se tiene en cuenta que aparcar dos horas al día en zona verde cuesta 2,5 euros, que si se multiplican por 22 días días laborables al mes y doce meses suponen un coste bastante superior, de 660 euros.

Calvo explicó que en 2006 sólo será necesaria la autorización del ayuntamiento, pero que en 2007 el control se realizará a través de una tarjeta prepago que se utilizará en los parquímetros con la que el titular obtendrá un ticket para poder estacionar hasta cinco horas.

El concejal de Seguridad indicó que esta medida pionera en España beneficiará no sólo a los pequeños empresarios y comerciantes de la capital, sino de toda la región. Insistió en que desde su implantación en 2002, el SER ha mejorado el estacionamiento y garantizado un mayor número de plazas para los residentes y ha mejorado la movilidad en la ciudad.