Gallardón reconoció en rueda de prensa que hubo algunas incidencias en la capital, como vehículos atascados en algunos puntos a los que tardaron en llegar las máquinas quitanieves y los vehículos de rescate, pero dijo que tampoco hay que olvidar que el Ayuntamiento atendió la demanda de Barajas para llevar quitanieves al aeropuerto.

"Entendíamos que era prioritario y pensamos que era más urgente reabrir el aeropuerto cuanto antes, antes incluso que limpiar algunas de nuestras calles, y es verdad que algunos espacios no fueron atendidos con la rapidez que lo hubiésemos podido hacer si todos los efectivos hubiesen estado operando en la propia ciudad. Pero entendimos que teníamos que ser solidarios con la insuficiencia de medios que nos dijo que tenía el aeropuerto de Barajas", manifestó.

Con todo, el alcalde cree que la respuesta de los servicios municipales durante la nevada fue "muy adecuada" a una situación que, además, según Gallardón, no fue advertida por Meteorología. A su juicio, esa falta de previsión y advertencia por parte de Meteorología fue el origen de muchos de los problemas que se registraron ese día, aunque insistió en que la ciudad recuperó la normalidad en muy pocas horas.

Indicó que el problema más serio que se vivió ese día fue el del aeropuerto de Barajas, y agregó que, en todo caso, "yo creo que lo que tenemos que hacer es mirar hacia el futuro haciendo un análisis crítico de cuáles han sido las carencias que han ocurrido".

A su juicio, Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) debería hacer un análisis comparado sobre la frecuencia con que determinados acontecimientos meteorológicos ocurren en la capital y en Barajas, y en función de ese análisis invertir en los medios necesarios para evitar que pasen estas cosas.

"Soy plenamente consciente de que no se le puede pedir al aeropuerto de Barajas que tenga el mismo cuerpo de máquinas quitanieves que tiene que tener el aeropuerto de Helsinki, pero lo que sí tenemos que estudiar, en función de la frecuencia de esos acontecimientos (climatológicos), es cuál es la inversión razonable que podemos exigir a Aena" para tener una capacidad de respuesta adecuada ante estas situaciones, aunque no sean habituales.

LIMPIEZA DE ACERAS

Por otra parte, Gallardón aclaró que la nueva ordenanza de limpieza, que entrará en vigor en breve, no establece la obligación de que los madrileños limpien sus aceras y retiren la nieve y el hielo de las mismas, sino que se trata sólo de "un deber de colaboración cívico" que no conlleva sanción en caso de incumplimiento.

Explicó que en la nueva ordenanza se sustituye lo que antes era una obligación sancionable por "una invitación a los ciudadanos a que colaboren".

Según el alcalde, a los grandes establecimientos comerciales que no limpien sus aceras sí se les puede exigir que lo hagan y sancionarles en caso de incumplimiento, pero a los vecinos no.