Antes de reunirse con el Grupo Parlamentario del PP en la Cámara Alta, Gallardón, acompañado del portavoz del grupo de senadores de su partido, Pío García-Escudero, insistió en que su planteamiento sobre la resolución sobre terrorismo del PSOE en el Congreso es el mismo que el de su partido, porque es el que, dijo, responde a las necesidades de España.

El alcalde de Madrid indicó que "no se puede plantear una negociación con aquellos que amenazan con que si la negociación no concluye como les interesa a ellos, las armas que están en el cajón de la mesa se vuelven a poner encima y pueden volver a ser disparadas".

A su juicio, con la situación actual "no se puede establecer el diálogo", aunque admitió que "otra cosa es que ETA dejara de existir".

Para que la banda deje de existir, prosiguió, "tendría que dejar de ser una organización terrorista y dejará de serlo el día que entregue a la autoridad del Estado los instrumentos con los que mata, con los que extorsiona y con los que chantajea".

Por último, Gallardón precisó que no se puede establecer una negociación sabiendo que "está amenazada desde el principio", porque, si el final no es el que la banda quiere, "ellos amenazan con volver a matar y eso situa al Estado en una posición de extrema debilidad", recalcó.