El mandatario madrileño reitera "nuestro orgullo y reivindicación de seguir siendo el motor que permite el crecimento de la nación. Queremos seguir creciendo para seguir aportando nuestro impulso de desarrollo y de vanguardia a una España moderna, descentralizada y eficaz".

Añade que Madrid, que cuenta con veinte años de "fértil trayectoria constitucional", se está convirtiendo en "un punto de referencia a través del cual todos los ciudadanos pueden acceder a las redes comerciales, financieras, tecnológicas y de comunicación de Europa".

Tras referirse al reto de la introducción de la moneda única en Europa,cita los avances en educación, de la que dijo que es "el principal impulso del progreso", por lo que "debemos cuidarla porque desempeña un papel integrador y porque representa la mejor garantía de futuro para la sociedad".

También dedica unas palabras al crecimiento económico y al paro. Destaca que en 1998 se han creado 78.500 empleos y afirma que "todo esto es señal inequívova de que avanzamos en la dirección correcta".

Gallardón recuerda en su discurso de fin de año la ampliación del Metro en 3 kilómetros y que en 1999 se producirán hechos "importantes" como las elecciones europeas, municipales y regionales.

Con respecto al proceso de paz en el País Vasco, señala que "deseamos que no constituya solamente una tregua o un paréntesis, sino una realidad de paz y un compromiso definitivo contra la violencia".