En su intervención ante los miembros de la Asociación Sportcultura, Gallardón afirmó que Madrid tiene el claro objetivo de alcanzar una transformación urbana y arquitectónica como la operada en Barcelona antes de acoger los Juegos Olímpicos de 1992.

En este sentido, afirmó que el evento deportivo dejará sentir su influencia en el equilibrio territorial, la sostenibilidad medioambiental, el aumento de la capacidad hotelera, el legado arquitectónico y el uso ciudadano de las infraestructuras.

La conclusión de este encuentro, en el que el alcalde reiteró el respaldo que de toda España está recibiendo la candidatura madrileña, giró en torno a la convicción personal de Gallardón de que "una ciudad conoce un antes y un después de los Juegos Olímpicos".