GALLARDON ACHACA A QUIENES ENTIENDEN LA POLITICA COMO CRISPACION LAS INFORMACIONES SOBRE SU ENFRENTAMIENTO CON LA DIRECCION DEL PP

- "Estamos demostrando que la transición la hicimos en la derecha democrática"

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, negó hoy tajantemnte que existan discrepancias entre él y la dirección del PP, y responsabilizó de las críticas que se le hacen permanentemente a un grupo de personas que entiende la política como una forma de confrontación, de crispación y de descalificación personal.

"Quizá lo que esté ocurriendo en estos momentos en España es que estamos de verdad demostrando que la transición la hicimos en la derecha democrática", dijo Ruiz-Gallardón a la cadena Ser.

"Estamos demostrando que hay una nueva generación de polítios que creemos en las libertades por encima de cualquier otra consideración", apostilló.

El presidente madrileño dijo que "al margen de que coincidamos o discrepemos con nuestros adversarios, que son los socialistas, por encima de eso están los valores profundamente democráticos que están recogidos en la Constitución de 1978".

A su juicio, eso no supone la confrontación permanente, ya que la política no es una carrera de envilecimiento y de desautorización, sino un servicio a los ciudadanos, "y qizá haya gente que no soporte ese lenguaje", precisó.

"Quizá haya gente que sólo se mueva cómoda en el terreno de la confrontación, de la crispación, de la descalificación personal", agregó, "y a los que menos nos lo pueden perdonar son a aquéllos que intentamos construir desde dentro del PP, y desde luego también pasa que hay muchos odios acumulados y hay mucha gente que entiende que la política tiene que ser una venganza".

Ruiz-Gallardón lamentó, asimismo, la negativa repercusión que tuvo su enrevista de ayer con Felipe González y consideró "grave" que ese hecho se convirtiera en noticia. "Lo grave es que haya gente que pueda pensar todavía en España que es noticia, y noticia susceptible de comentario, el que dos personas que pensamos distinto tengamos absoluto interés en compartir ideas, en tensar ideas", indicó.

A su juicio, criticar un encuentro de esa naturaleza es enfrentarse de una manera radical con el espíritu de la transición. "El que se pretenda hacer un maniqueísmo, el que se preenda satanizar personas o grupos, el que se pretenda excluir de la posibilidad del diálogo a determinados políticos, al margen de la coincidencia o discrepancia de las ideas, es algo que está completamente en contra de la Constitución", subrayó.

(SERVIMEDIA)
21 Abr 1998
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