Según publica hoy el diario `El País', el pasado 25 de mayo Mayor Oreja y el director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso, consiguieron, tras fuertes presiones, que los altos mandos militares no hicieran pública su solidaridad con el mando dela Benemérita en prisión provisional por el `caso Lasa y Zabala'.

Meyer ha asegurado a esta agencia que "esta bien que el Gobierno intente frenar cualquier intento de manifiestos colectivos de generales, porque esa no es la función de un general".

"Está bien que se reconduzca el malestar que haya en cualquier estamento militar. Tienen el conducto reglamentario para hacerlo llegar, pero nunca en base a plataformas públicas porque eso no es el cometido de los generales. Los generales tienen una sere de obligaciones y lo que tienen que hacer es acatar la legalidad y punto", comentó.

Los militares, insistió, no pueden "en absoluto" opinar sobre las decisiones de los jueces.