Durante su comparecencia ante el magistrado, el general se limitó a leer una declaración escrita en la que afirmó que deseaba asumir las responsabilidades que se imputan a sus subordinados y compartir con ellos su situación de prisión que, a su juicio, es injustificada.

En la declaración, que fue leída a los medios de comunicación por el abogado del general, Jorge Argote, después de que el juez acordase su ingreso en prisión incondicional e incomunicada, Rodríguez Galindo afirma:

"Acogiéndoe al derecho constitucional a no declarar, manifiesto que en este momento no prestaré ninguna otra declaración que la contenida en este escrito. Asímismo, expreso mi esperanza, legalmente justificada, que esta actitud procesal amparada en la Constitución no tenga incidencia alguna en cuanto a mi situación personal y credibilidad.

Existiendo piezas secretas en el sumario, posiblemente comprensivas de documentos de ilícito origen y dudosa autenticidad y en todo caso, al parecer, clasificados por el Gobirno de la nación como secretos, y sin que se me halla informado con exactitud hasta el día de hoy de los hechos concretos imputados, considero que me encuentro en situación de indefensión, lo que con todo respeto manifiesto.

Niego en lo absoluto que sean ciertos cualesquiera que sean los hechos que en ese sumario se imputan tanto a mí como a mis subordinados, tres de los cuales se encuentran ya en prisión incomunicada.

Afirmo con orgullo y dolor que son plenamente inocentes todos aquellos guardia civiles que habiendo sido subordinados míos en tiempos pasados se encuentran hoy injustamente imputados en este proceso: el teniente Manuel Dabó Soler, el teniente Pedro Gómez Nieto, el sargento Enrique Dorado Villallobos, el sargento José Romero Béjar, el sargento Luis Valentín Sandoval Campos, el sargento Francisco Hermida Bouzas y el cabo Felipe Bayo Leal, y tantos otros que han servido a mis órdenes y que siempre han actuado como leales, sacrificados y ejemplares servidores del pueblo español y del sitema de libertades recogido en nuestro sistema constitucional.

Asumo plenamente las responsabildades que se deriven del cumplimiento de las órdenes que les dí. Todos ellos han actuado durante todo el timepo de su servicio bajo mi mando, cumpliendo fiel y estrictamente las órdenes, dentro del más estricto ámbito de la legalidad, con absoluto esfuerzo, entrega y sacrificio personal y de sus familias.

Es mi deseo asumir plenamente las responsabilidades que se imputan a mis subordinados y compartir cn ellos la prisión que se les ha impuesto y que creo, con todos los respetos, injustificada.

Debo de manifestar, aclarando con ello determinadas declaraciones de las que he tenido conocimiento, que nunca ha venido conmigo en un vehículo policial el agente del Cuerpo Nacional de Policía Angel López Carrillo, por lo que es absolutamente incierto que dicho señor hubiera podido compartir vehículo con el gobernador civil de Guipúzcoa y conmigo la noche del 15 de octubre de 1983. Desconozco los motivos que nducen a mentir a dicho señor pero afirmo que miente".