Rodriguez Galindo y el alto cargo de Interior visitaron a los presuntos terroristas el 17 de octubre de 1983, un día después de que fueran secuestrados en Hendaya (Francia), y mantuvieron un breve diálogo con los dos etarras en la bodega de La Cumbre.

Asimismo, las fuentes consultada por este diario que están investigando el caso, han asegurado que algunos mandos de la Guardia Civil están entorpeciendo la marcha del caso y presionando a varios testigos para evitar que acudan a declarar a la Audiencia Nacional.

Las mismas fuentes añadieron que tanto Galindo como el alto cargo de Interior aludido estuvieron informados en todo momento de la evolución del secuestro, perpetrado por una grupo de agentes de Intxaurrondo en octubre de 1983 en Hendaya (Francia).

De hecho, los guardia civiles que presuntamente habrían secuestrado y dado muerte a los terroristas, pertenecían al cuartel de Intxaurondo, dirigido entonces por el comandante Rodríguez Galindo.

De acuerdo con la información del diario "El Mundo", el mismo día en que Lasa y Zabala fueron secuestrados (16 de octubre de 1983), Rodríguez Galindo, que se encontraba acompañado en ese momento por el citado alto cargo de Interior, recibió una llamada en la emisora del vehículo de su escolta cuando circulaba en las proximidades d Plasencia de las Armas (Guipuzcoa).

"DOS PECES EN EL ANZUELO"

Tanto Galindo como el cargo de Interior regresaban en ese momento de Mondragón, de visitar a un guardia civil del acuartelamiento de Aretxabaleta que acababa de sufrir un atentado terrorista.

Al parecer, los guardias que seguían a Galindo le pidieron que parara y le dijeron que habían recibido el siguiente mensdaje. "Que J-1 llame urgentemente a Intxaurrondo".

Galindo, que no quiso utilizar en ese momento el teléfono del alto crgo de Interior por si la comunicación era interceptada, se dirigió al ayuntamiento de Plasencia de Armas y pidió a los policías que le dejaran telefonear desde el Consistorio.

Al comunicar con Intxaurrondo, Galindo fue informado por uno de los agentes a sus órdenes de que habían caído "dos peces en el anzuelo", en referencia al parecer a los etarras Lasa y Zabala.

PASO FRONTERA

El comando de guardias civiles, posiblemente cuatro según "El Mundo", que se desplazó a Hendaya y secuestró a Lasa y abala, atravesó la frontera con Francia por el puerto de Ibardin, cercano a la localidad navarra de Vera de Bidasoa, considerado como una especie de "tierra de nadie" en la frontera.

Según las mismas fuentes, los agentes que llevaban a Lasa y Zabala tomaron a continuación la llamada 'ruta de los contrabandistas', que iba a parar al cuartel de la Guardia Civil de Endarlaza, en territorio navarro pero cerca ya de Irún y hoy ya abandonado. Allí le esperaba otro vehículo de apoyo que les escoltó hasta el alacio de la Cumbre.

Finalmente, el 17 de octubre de 1983, un día después del secuestro, Galindo invitó al alto cargo de Interior, a visitar a Lasa y Zabala en el Palacio de la Cumbre, donde permanecían secuestrados. Los dos responsables se habrían tapado la cabeza con una capucha para no ser reconocidos.