El reto fundamental de este plan es lograr que en 1997 los 313 ayuntamientos de Galicia tengan al menos una unidad de atención primaria.

Sobre la atención especializada, el plan prevé una reducción del 40 por ciento en las listas de espera. Además, los pacientes deberá ser intervenidos antes de estar tres meses en las listas y nadie tendrá que esperar más de seis meses para ser operado.

Igualmente, el plan prevé incrementar las acciones de concienciación hasta lograr que las donaciones de sangre lleguen a un mínimo de 30 por cada mil habitantes y las de órganos de 25 por cada millón de habitantes.