Joaquín Delgado, ponente de esta causa, tenía elaborado ya un amplio borrador con la sentencia, que ha tenido que ir modificando conforme se han celebrado lasdeliberaciones entre los 11 magistrados que componen la Sala que juzgó el "caso Marey".

Desde este mañana, este magistrado trabaja en su domicilio particular y no se acercará por su despacho del Tribunal Supremo hasta el próximo lunes, presumiblemente con un borrador de la sentencia bajo el brazo.

No obstante, antes de hacerse pública, tendrá que ser leída, revisada y ratificada por el resto de los 11 jueces del tribunal, por lo que podría alargarse su traslado a las partes hasta los últimos díasde la semana.

En este sentido, el mismo trámite que el texto definitivo de la sentencia llevarán los dos votos particulares que han sido supuestamente anunciados por parte del presidente José Jiménez Villarejo y del magistrado José Antonio Marañón Chavarri.

Al voto particular de Villarejo podrían agregarse los de los magistrados que han mantenido su posición en contra de las condenas: Joaquín Martín Cannivell, Enrique Bacigalupo y Gregorio García Ancos.