Delgado Barrio, en su calidad de presidente del Supremo, decidió que la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo, y concretamente su presidente, Angel García, debía abrir unas diligencias de investigación para averiguar quién filtróla noticia o cómo se produjo este hecho.

En una situación inusual en el Alto Tribunal, los once jueces que compusieron la Sala que juzgó el "caso Marey" comparecieron ante otro compañero del Supremo para responder si habían sido ellos quienes, vulnerando la ley que obliga al secreto de las deliberaciones, habían dado cuenta a la prensa del resultado de las mismas.

Angel García interrogó a los 11 jueces y también a los responsables de información de los periódicos "El País", "El Mundo" y "ABC", quenes se acogieron a su derecho a no revelar las fuentes.

La investigación no avanzó y, a falta de un autor conocido de la supuesta filtración, Delgado ha decidido cerrar estas diligencias.