Según confirmó el propio Sancristóbal al término de la diligencia, durante el careo acusó a Barrionueo de mentir "cuando he pensado que faltaba a la verdad de tal y como se produjeron los hechos. Se lo he manifestado y le hecho ver que no era cierta la versión que estaba dando de los hechos".

Sancristóbal señaló que durante el careo el ex ministro negó tener cualquier conocimiento del secuestro de Marey, posición que, a su juicio, "no es verosímil", porque ni él, aseguró Sancristóbal, que entonces era gobernador civil de Vizcaya, ni los policías que actuaron en el secuestro de Marey "hicimos nada concarácter autónomo ni tomamos decisiones propias".

"Siempre lo hicimos", añadió, "con el conocimiento y la consulta previa a, en esos momentos, nuestros superiores jerárquicos, tanto el director de la Seguridad del Estado (Rafael Vera) como el ministro, el señor Barrionuevo".

Por su parte, Barrionuevo indicó que Sancristóbal incurrió en "algunas contradicciones" durante el careo, mientras que él, precisó, se ha ratificado en su versión "sin ninguna contradicción".

Según el ex ministro, Sancritóbal "ha ratificado la versión que llegaba en mi declaración sobre algunos supuestos", entre los que mencionó el intento de secuestro en Francia del etarra Mikel Larretxea.

Barrionuevo agregó que además el ex director de la Seguridad del Estado "ha señalado que tenía dudas razonables en algunos detalles de las comunicaciones que tuvo conmigo sobre el secuestro de Marey", y en concreto en cuanto a las fechas y hora en que se produjeron dichas conversaciones telefónicas, que, según Barrionuevo, Sancrisóbal "no pudo recordar con precisión".

Al término de la declaración, el juez Móner hizo constar en el acta que Barrionuevo y Sancristóbal habían tenido "similar firmeza" en las posiciones que habían mantenido durante la diligencia.

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