GAL. ROLDAN DICE QUE NO ACTUA POR VENGANZA Y QUE SOLO QUIERE ACLARAR LA VERDAD DE LA GUERRA SUCIA CONTRA ETA

- "Es una hipocresía por mi parte permitir que se sentasen en el banquillo guardias civiles (...) Lo que no se puede permitir es quedarse en los primeros peldaños de la escalera".

MADRID
SERVIMEDIA

El ex director general de la Guardia Civil Luis Roldán manifiesta, en un comunicado hecho público hoy desde la cárcel de Brieva (Avila),que si se ha decidido a declarar ante los jueces sobre los GAL no es por afán de venganza, sino para exponer lo que conoce de la guerra sucia contra ETA y aclarar quiénes fueron sus responsables.

El comunicado de Roldán dice textualmente:

"Tras mis comparecencias ante los tribunales a fin de poner en conocimiento de la justicia determinados hechos que conozco de la llamada guerra sucia -y ello con independencia de las implicaciones que puedan resultar contra mi persona o en su caso contra otras prsonas-, qué duda cabe que vamos a asistir a una curiosa, pero no por ello vieja, situación, como es la de la descalificación del testimonio.

De inmediato se van a producir los habituales 'juicios de valor' apelando al 'factor de credibilidad derivado de mi condición de imputado', en el sentido de cómo se me va a creer después de todo lo que se ha dicho y publicado sobre mí.

Lo que no se puede olvidar es que durante 8 años ocupé los puestos que ocupé, y lo único que estoy haciendo es colaborar co la justicia en el esclarecimiento de tales hechos, correspondiendo a los instructores la valoración jurídica de mi aportación junto con el resto de elementos probatorios existentes en las diferentes causas o sumarios.

A la situación anterior se añadirá otro factor, diciendo que ahora hablo de la guerra sucia, pero que sigo sin explicar los hechos por los que actualmente me encuentro procesado y de exclusivo contenido económico.

Sobre este punto quiero decir que si bien en un primer momento me neué a declarar por las irregularidades de mi detención, posteriormente les manifesté a mis abogados mi voluntad de declarar sobre dichos hechos ante la juez Ana Ferrer; mis abogados hablaron con la instructora y ésta, a las dos horas de la conversación, procedió a cerrar la instrucción sumarial y remitir los autos a la Audiencia Provincial.

Por lo tanto, el único momento procesal que me queda para declarar sobre tales hechos es el acto de la vista oral, en el cual daré todas las explicaciones sobre la rama económica que se me imputa.

NO ES VENGANZA

Quiero manifestar que las presentes declaraciones judiciales nada tienen que ver con mi proceso judicial, ni se trata de una estrategia defensiva, ni de un acto de venganza.

Durante los últimos meses hemos asistido a la aparición y divulgación de determinados hechos en los medios de comunicación, relativos a la guerra sucia, los cuales han conmovido en algunos casos y sorprendido en otros a la opinión pública.

Ahora bien, es un hecho incuestinable que fuera del ámbito judicial todas esas divulgaciones y noticias se han intentado llevar, y así conducir el debate, dentro de una llamada 'conspiración' para derrotar al gobierno del PSOE. Yo, en ningún caso, he querido entrar en ese juego ni en esa polémica, ni creo haber dado pie para ello.

Por tanto, he considerado que una vez finalizado el periodo electoral éste era el momento adecuado y de acuerdo con lo que expongo a continuación.

Hay un proceso transcendental que se ha ido producieno poco a poco y es que se trata de cerrar el capítulo de la política del gobierno referente a la guerra sucia, de igual manera que se hizo en 1988.

En aquel momento se pretendió cerrar el problema con el procesamiento, juicio y encarcelamiento de dos policías, los cuales estuvieron siete años en la cárcel.

Ahora, años después se repite la escena. Vienen desfilando ante la opinión pública primero y ante los tribunales de justicia después, diversos miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado y specialmente de la Guardia Civil, los cuales se ven obligados a asumir responsabilidades por haberse limitado a cumplir las órdenes recibidas -no tengo ninguna duda- del Gobierno de la Nación, mientras los auténticos responsables de tales órdenes, pretenden quedarse al margen y eludir no sólo sus responsabilidades políticas, sino también las penales en las que han incurrido.

RESPONSABILIDAD

No pretendo dar consejos ni formular planteamientos de orden moral, pero me parecería una hipocresía por mi pate el permitir que se sentasen en el banquillo media docena de guardias civiles, y no poner en conocimiento de la justicia la identidad de los verdaderos responsables políticos que dieron la órdenes y directrices de la guerra sucia.

Lo que no se puede permitir es quedarse en los primeros peldaños de la escalera y no llegar a los últimos para saber quienes son los verdaderos responsables.

La guerra sucia es algo que nadie quiere hoy en 1996 que hubiese existido, pero existió y es necesario que se epa. Asistimos a un difícil ejercicio de quienes crean opinión intentando dimensionar los hechos por un lado, y por el otro, con la boca pequeña, intentan acotar la responsabilidad de los mismos a una docena de funcionarios o a unos cuantos cargos políticos medios.

Ayer dos policías resolvieron el problema y hoy se intenta que unos cuantos guardias y funcionarios de policía cumplan la misma función, pero esto no es de recibo. Conocer lo sucedido de verdad, llegar hasta el final, es la única forma de qe esto no vuelva a suceder nunca más; mirar para otro lado por duro y difícil que sea afrontar los hechos no debe ocurrir y es función de todos el evitarlo".

(SERVIMEDIA)
08 Mayo 1996
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