Según relató Velázquez Soriano a los periodistas tras comparecer ante el juez, sobre las 21,30 horas de ayer, al regresar a su casa, encontró en el buzón de su domicilio, sin ningún tipo de aviso, una bala del calibre 9 milímetros parabellum, que hoy entregó al magistrado.

Indicó que esta nueva amenazase produjo diez días después de recibir una llamada telefónica en su casa, en la que un individuo le avisaba que "no me pusiera mucho en la claridad".

Señaló que entonces no entendió la amenaza, por lo que creyó que se trataba de la broma de un amigo, al que inmediatamente telefoneó. Sin embargo, esta persona le aseguró que no le había gastado ninguna broma.

Velázquez Soriano también aseguró que con anterioridad a estos hechos había sido abordado en la calle por otro individuo que le puso una pisola en un costado. Agregó que los periodistas del diario "El Mundo" Manuel Cerdán y Antonio Rubio también han recibido recientemente un sobre con un crespón negro en su interior.

PANICO

A su juicio, las amenazas proceden "de los círculos del señor Galindo, del señor Galindo y toda su mafia" y reconoció que tiene "pánico", ya que "puedo ser mañana el agente que apareció en San Fernando violado, apelado y torturado y que no han matado seguramente para que sea un escarmiento", afirmó en alusión a la agesión sufrida el viernes por el testigo protegido 1964-S.

"Yo he sido un miembro de los servicios de inteligencia que ha luchado contra ETA y nunca me han temblado las piernas", señaló Velázquez Soriano, quien agregó que ahora "las piernas cada vez que me ocurre algo me tiemblan porque sé quiénes son y sé cómo actúan, porque he estado entre ellos y entre lobos nos conocemos".

El ex agente de la Guardia Civil reconoció que en la actualidad dispone de medidas de seguridad acordadas por el juez, aunue se mostró convencido de que tras esta nueva amenaza el magistrado decidirá que se refuercen.

Por otra parte, respecto a la petición hecha por Gómez de Liaño al Ministerio de Justicia para que, al igual que a los otros dos testigos protegidos de la causa (el testigo 1964-S y el ex policía Angel López Carrillo), se le asigne una cuantía económica, afirmó que "yo le he dicho al juez que en ningún momento quiero dinero".

"Yo no estoy aquí por dinero, yo sólamente he venido porque la justicia me hallamado. Yo no quiero dinero, únicamente quiero que se respete mi vida laborabl y profesional, porque la están destruyendo totalmente", insistió.

La comparecencia de Velázquez Soriano ante el juez Gómez de Liaño coincidió con la presencia del general Enrique Rodríguez Galindo en la Audiencia Nacional, donde acudió para testificar ante el magistrado en relación a la investigación que éste realiza sobre las filtraciones del sumario.

En ese sentido, el ex agente de la Guardia Civil dijo que sabía qu el ex responsable de Intxaurrondo se encontraba en el tribunal, "pero no quiero ni verlo porque le tengo... Como comprenderán, no puedo verlo".