Manzanares argumentó que incluso en un país como Italia,que ha sufrido recientemente una convulsión política sin precedentes, "ha habido una gran crisis económica, de malversaciones y de tráfico de influencias, pero quizá los veintitantos asesinatos que han realizado los GAL no los hayan tenido en Italia".

Agregó que no se trata sólo del "caso GAL", sino de una sucesión de "affaires", entre los que el 'número dos' del Poder Judicial destacó la reciente revelación de que agentes del CESID entraron en el domicilio del juez Juan Piqueras para falsificar pruebs en el caso de la muerte de la etarra Luis Urigoitia.

"Si eso no se desmiente inmediatamente y se persigue a quien haga falta por una denuncia falsa", recalcó, "si eso queda ahí como algo normal o al menos posible sin que nadie se escandalice, es que estamos al borde absoluto de la quiebra de la democracia y el estado de derecho".

Agregó que "me produce escalofríos pensar que eso sea cierto, pero lo que ya es cierto es que eso se puede decir sin que pase nada".

LA AUTENTICA CONSPIRACION

Mnzanares resaltó que ya ha quedado claro que en el "caso GAL" la única conspiración que ha existido es "una conspiración para terminar con el Estado de Derecho cuando parecía conveniente para obtener determinados fines".

A este respecto, afirmó que le gustaría que Televisión Española diera ahora a Julián Sancristóbal la misma oportunidad que le concedió cuando denunció desde la cárcel una supuesta conspiración de Baltasar Garzón contra el Gobierno, a propósito del "caso GAL".

"Me gustaría que Telvisión Española le diera las mismas facilidades ahora que le dio en su momento, de manera que quien habló públicamente diciendo blanco, si ahora dice negro, que sea también públicamente".

Sobre las responsabilidades derivadas del "caso GAL", dijo que es preciso "que se castigue a todos los autores, los cómplices y los encubridores de estos gravísimos delitos", así como a "los funcionarios y autoridades, estén donde estén, que conscientemente hayan dejado de perseguir esos hechos, habiéndolos conocidos Si eso ocurre, en España habremos tenido Estado de Derecho, si eso no ocurre, quiere decirse que, por muy independientes que hayan sido los jueces, lo del Estado de Derecho no habrá sido cierto".

En cuanto a la labor de Baltasar Garzón, recalcó que su actuación le parece "sencillamente heroica. Hay que recordar los ataques a los que ha sido sometido y como ha seguido cumpliendo con su obligación en circunstancias muy difíciles".

Manzanares recordó que, desde diversos ámbitos, Garzón fue presentao como "un ser abyecto que, movido por el odio, había convencido a dos delincuentes (Amedo y Domínguez) para que declararan falsamente, y había torturado a otros psíquicamente también".

Recordó igualmente los ataques dirigidos contra el juez por su supuesto afán de notoriedad y opinó que quienes criticaban lo que llamaban "jueces estrellas" lo que querían era atacar a Garzón "porque era su nombre el único que estaba entonces en el candelero". Todo el mundo debería preguntarse, añadió, "cuantos juecesciudadanos de los que ven mejor o peor la actuación de Garzón hubieran podido trabajar tanto en tan difíciles condiciones".

Manzanares aseguró que se opone a una eventual Ley de Punto Final en relación al "caso GAL" o a la concesión generalizada de indultos, porque "los indultos son posteriores a las condenas y además lo mejor que le puede pasar a un país es saber que los asesinos son castigados independientemente del puesto que ocupen en la sociedad o en el poder".

A su juicio, las leyes deben star hechas con carácter general "pero leyes para dos o tres ciudadanos, o veinte, no me merecen el nombre de ley". "Por tanto", agregó, "primero condenas, y luego ya verá el Gobierno si es o no útil el indulto total o parcial".