Durante la visita que ealizó a la Base Aérea de Torrejón de Ardoz, Leguina no se pronunció sobre quien puede ser el próximo encarcelado del "caso GAL", pero subrayó que, "aunque siempre se habla de que es preciso llegar hasta el fondo de la cuestión, algunos más que llegar hasta el fondo lo que quieren es llegar hasta arriba, que es bastante distinto".

No obstante, afirmó que "en ese llegar no hasta el fondo, sino hasta arriba, el peldaño siguiente puede ser el ministro, pero cuál de ellos, ya que es obvio que el señor Coruera cuando el secuestro de Segundo Marey era un probo dirigente de la UGT".

En su opinión, todo es "un sinsentido y espero que el buen sentido se acabará imponiendo". Añadió que espera que en el futuro los juzgados estén para "lo que deben de estar y no para operaciones políticas ni implicados en la política. La separación entre la política y la justicia es un bien que hay que preservar".

Leguina subrayó que la "Constitución dice que nadie puede ser privado de libertad sin previo juicio. Estos sñores están en la cárcel sin juicio, como otros muchos".

Opinó que de la detención de Vera no se debe desprender la necesidad de una crisis de Gobierno porque "en cualquiera de las democracias ya asentadas esto no es así. Los Gobiernos no se revocan desde los juzgados, la prensa ni desde la calle, sino desde el Parlamento o en unas elecciones".

Puso el ejemplo de Francia, donde es en estos momentos jefe del Gobierno el conservador Balladur, que "tiene tres ministros procesados y no pasa nada ni cisis de Gobierno".

Por último, explicó que no teme represalias de "El Mundo", por sus declaraciones contra su director, "al que no le adornan las virtudes de la verdad ni de la decencia. Aclaró que, en su críticas a El Mundo, separa a los trabajadores -"a algunos les tengo aprecio personal, pero no diré sus nombres para no perjudicarles"- del director, Pedro J.Ramírez".