En un breve encuentro con la prensa poco antes de presentar en Madrid el libro "Memorias interrumpidas", de François Mitterrand, González aseguró que esas manifestaciones de Alvarez Cascos "de ninguna manera" van a cambiar su actitud en la oposición.

González analizó las palabras de Alvarez de Cascos desde dos puntos de vista. "Primero", dijo, "se trata del vicepresidente polític del Gobierno. Por lo tanto, hay algo que me parece que es claro, que es quizá lo más preocupante, parece la actitud política del Gobierno, la que define el vicepresidente, que se ocupa de eso, de la coordinación política".

"Si esa es la actitud política del Gobierno", continuó González, "tenemos que tomar nota y todos los ciudadanos lo tienen que saber".

En segundo lugar apuntó: "creo que, a pesar de todo, hay que mantener absoluta calma y yo lo que pido es que haya calma para que no haya de nueo un brote de crispación de la vida política, que creo que es responsabilidad de todos mantenerla en el mayor sosiego".

El dirigente socialista añadió que no deseaba hacer ninguna declaración más, ya que "las que ha hecho el vicepresidente se bastan por si solas". No obstante, al ser preguntado si ese posible clima de crispación podría alterar su forma de practicar la oposición, respondió: "de ninguna manera va a cambiar mi actitud".