De acuerdo con estas fuentes, el magistrado ha hecho el nuevo requerimiento esta semana, tras conocer que Aranda ya se ha incoporado a su trabajo, ahora en el Tribunal Supremo, después de permanecer desde finales del pasado mes de diciembre de baja. Aranda dejó de ser el responsable de la Fiscalía de la audiencia el pasado 10 de enero, tras acordar el fiscal general del Estado, Juan Ortiz Urculo, removerlo de su argo.

Gómez de Liaño solicitó por primera vez el informe a Aranda el pasado día 2 de enero, después de que la Sala de lo Penal dictara un auto en el que rechazaba que tomase declaración al entonces fiscal jefe como testigo, tal como pretendía el juez.

Para el tribunal, no era necesario que Aranda compareciese como testigo cuando lo "normal y habitual" es recabar la opinión de la Fiscalía a través de un informe, al tiempo que calificaba de "innecesariamente perturbadora" la diligencia.

Esta rsolución de la sala fue consecuencia de un recurso de queja interpuesto por Aranda, quien estimó que su citación era improcedente, dado que no podía testificar en una causa de la que era parte por su condición de responsable de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

Al conocer la decisión de la sala, Gómez de Liaño dictó un auto por el que anulaba la citación y emplazaba a Aranda para que en el término de tres días le remitiese el informe, lo que el ex fiscal jefe no hizo por encontrarse de baja.

ara el juez, dicho dictamen es necesario para evitar el riesgo de que alguien pudiera invocar la nulidad de actuaciones por irregularidades o ilicitudes en la obtención de la prueba, así como para "despejar la niebla extendida sobre una institución de tanto respeto como el ministerio fiscal", ya que algunas informaciones apuntaban a que dichas conversaciones entre Gordillo e Iruín estaban siendo investigadas por la inspección practicada en la Fiscalía en octubre pasado.