En dicha conversación, que tuvo lugar el 21 de noviembre de 1994 en el pub "Cóndor" de la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón, Sancristóbal supuestamnte implicó al presidente del Gobierno, Felipe González, en la trama de los GAL y reconoció que Amedo no era el único que estaba al corriente de las acciones de esa organización, sino que afirmó que "estábamos todos. No se puede quitar ni Vera de enmedio. Ni nadie".

Según dichas fuentes, Garzón quiere que Amedo comparezca ante él para ratificarse en el contenido de la cinta y explicar las circunstancias en las que grabó la conversación, lo que hizo con un micrófono oculto en su cinturón.

Una vez scuche al ex subcomisario, el magistrado decidirá si cita a declarar por este motivo a Sancristóbal, a quien podría someter a un careo con Amedo en el caso de que sus versiones difieran.

Por su parte, la Fiscalía de la Audiencia Nacional también esperará a oir al ex policía y a Sancristóbal antes de pronunciarse sobre la licitud de la grabación y su incorporación al sumario como prueba, además de decidir si pide la práctica de otras diligencias, según informaron a Servimedia fuentes de ese organismo. En este sentido, el abogado de Sancristóbal, José María Stampa Braun, ya anunció a Servimedia que solicitará al juez la inclusión de la cinta en el sumario con el fin de poder tener la posibilidad de estudiar a través de un examen pericial la autenticidad de la grabación, que a su juicio está manipulada.

Según el letrado, esa cinta fue grabada ilegalmente por Amedo, por lo que "no tiene ningún valor probatorio", y anunció que en el caso de que se demuestre su manipulación, estudiará emprender accines legales contra Amedo.

Por el contrario, el abogado de la acción popular, José Luis Galán, dijo a Servimedia que dicha cinta constituye una prueba lícita, ya que se trata de la grabación de una conversación propia con otra persona, lo que, en su opinión, no vulnera el derecho a la intimidad amparado por la Constitución.

A pesar de que la conversación fue grabada hace medio año, Amedo no presentó la cinta ante los juzgados hasta el pasado día 11, lo que el ex policía justificó diciendo que inicalmente creyó que la conversación no había quedado registrada, lo que comprobó 6 meses después de que tuviera lugar.

Una vez que Garzón recibió la cinta, ordenó la transcripción de la conversación, lo que se prolongó durante casi 20 días debido a la mala calidad de la grabación, que hacía ininteligibles algunas palabras, y a una avería en el aparato reproductor.