"Pero no vayamos más allá", agregó Duran i Lleida, "porque es al poder judicial al que le corresponde decir lo que es justo en estos momentos. Creo que los jueces tienen una legilación penal lo suficientemente amplia como para tener instrumentos para que la sentencia sea reamente justa".

Duran i Lleida expresó su deseo de que el juicio acabe cuanto antes para que "pudiera pasarse, de una vez por todas, una página, que considero realmente negra, de la historia de la democracia española", y que, según indicó, está distorsionando el debate político y la realidad política e institucional española.

A su juicio, esta situación está impidiendo "un diálogo franco, sincero y permanente entre el Gobierno central y el PSOE, un diálogo que necesita España para abordar nuestra pesencia en la unión económica y monetaria".