Jiménez de Parga señaló que de la declaració de Domínguez ante el juez Móner se habían sacado tres principales conclusiones. La primera, que Garzón utilizó datos durante la instrucción que había obtenido extraprocesalmente en una conversación del mes de abril de 1993.

En segundo lugar, según Jiménez de Parga, cuando Garzón volvió al juzgado en octubre de 1994, después de su paso por la política, Domínguez aportó la primera declaración en este sumario porque se sintió "claramente presionado y coaccionado, tanto sobre su persona como sobre la de u mujer" y que, según declaró Domínguez, Garzón le dijo o "estás conmigo o contra mí".

Domínguez afirmó a Móner que él quería acogerse a su derecho a no declarar en ese momento ante Garzón, por su situación de preso en tercer grado, pero que lo hizo porque el juez le presionó amenazándole con "ir a por él y por su mujer".

En tercer lugar, el abogado de Barrionuevo dijo que Garzón había retenido indebidamente durante meses este caso, puesto que en el mes de diciembre de 1994, cuando prestaron sus rimeras declaraciones Amedo y Domínguez, Garzón señaló que era necesario hacer una "explosión controlada, porque en el momento en el que se involucre al señor Barrionuevo, la causa pasará al Tribunal Supremo, lo que ocurre siete meses después".

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