Los concentrados corearon lemas como "Inocentes, inocentes" o "La derecha tiene la culpa", y portaban una única pancarta en la que se leía la siguiente advertencia al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol: "El PP por quemar al PSOE achicharra a España. Pujol, átate los machos, eres el siguiente".

El único incidente se produjo cuando, tras la lectura del comunicado de Barionuevo y Vera, dos o tres personas acusaron a los ex altos cargos del Interior de "chorizos". Estos fueron increpados por los numerosos simpatizantes y militantes socialistas, que les instaron a abandonar el lugar.

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Entre las personalidades que se acercaron hasta el domicilio de Barrionuevo, los primeros en llegar fueron el candidato socialista la Presidencia del Gobierno, José Borrell, y el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, que llegaron en torno a las nueve de la mañana.

Tmbién se personaron en el domicilio de Barrionuevo el ex alcalde de Madrid Juan Barranco, el concejal socialista José María de la Riva y el ex presidente de la FSM José Acosta, entre otros.

El último en llegar fue el ex presidente del Gobierno Felipe González, que se mostró sereno y sonriente, si bien declinó realizar declaraciones a los periodistas allí congregados y lo único que hizo fue pedir "mucha calma". Todos los políticos que acudieron a solidarizarse con Barrionuevo y Vera fueron muy aplaudids por los concentrados.

El dato curioso lo protagonizaron los numerosos periodistas que se dieron cita cercando el portal del domicilio, ya que fue tal la presión que ejercieron unos sobre otros para hacerse con un buen sitio, que cuando los ex altos cargos de Interior salieron a leer el comunicado se rompió uno de los salientes de piedra del portal.