GAL. DAMBORENEA RESPONSABILIZA A GONZALEZ DE LA 'GUERRA SUCIA' CONTRA ETA

MADRID
SERVIMEDIA

El ex secretario de los socialistas vizcaínos Ricardo García Damborenea corrigió hoy su anterior declaración ante el juez Baltasar Garzón sobre el secuestro de Seguno Marey en 1983 y aseguró que la acción terrorista respondía a una "estrategia" política adoptada con la aprobación de Felipe González para acabar con el 'santuario etarra' del sur de Francia.

Damborenea dió una rueda de prensa en un hotel madrileño para explicar el contenido de su declaración ante el magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que realizó entre la una y media y las tres de esta tarde.

El ex dirigente socialista aclaró en primer lugar que su cambio de declaración se debí a que en febrero, cuando contestó a las preguntas del juez, se plegó a la estrategia de la defensa de los policías que intervinieron materialmente en el secuestro del ciudadano francés y confirmó sus manifestaciones. Pero una vez que esta semana los funcionarios han vuelto a presentarse voluntariamente ante Garzón y han confesado lo que realmente ocurrió, no tiene inconveniente en dar su propia versión de lo sucedido.

Damborenea asumió ante el juez su responsabilidad en un doble nivel, como autor y cmo responsable político, pero negó que hayan existido los GAL como organización: lo que hubo en los primeros años ochenta, aseguró, fue una estrategia diseñada con la aprobación de Felipe González para conseguir, con la aprobación del Gobierno francés o sin ella, que ETA no campara por el sur de Francia a sus anchas.

En esa estrategia no entraba el asesinato como medio, pero sí el secuestro, según dijo Damborenea a preguntas de los periodistas. Las acciones en el país vecino se iniciaron con una acció de varios 'geos' en Francia que fracasó, dijo el ex dirigente socialista, agentes que se ofrecieron a realizarla por "motivos humanitarios" y que no hubieran podido llevarla a cabo sin el permiso de sus superiores y éstos, a su vez, del ministro del Interior, José Barrionuevo.

Según Damborenea, estos asuntos "no se trataron jamás" con el entonces vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra. "La opinión solvente, la opinión que valía de verdad era la opinión del presidente del Gobierno", aseguró.

Preguntado sobre Barrionuevo, Damborenea señaló que "aparte de ser una opinión necesaria, indispensable, contra la cual ningún criterio hubiera valido para nada, como la del ministro de Defensa; es que ellos eran los brazos ejecutores de cualquier estrategia del Gobierno contra el terrorismo".

Damborenea dijo que no le constaba que el presidente González estuviera al tanto de los pormenores del secuestro de Segundo Marey, pero que le costaba mucho trabajo pensar que Barrionuevo no le hubiera consultad cuando descubrieron que se habían equivocado de objetivo.

El ex dirigente socialista apoyó esta opinión en su conocimiento de "la manera de actuar de aquel Gobierno, la manera de actuar del ministro del Interior, lo sorprendente de la situación y las implicaciones internacionales de la misma".

GONZALEZ DEBIO ACLARARLO HACE SEIS MESES

Damborenea dijo que el presidente del Gobierno debía haber salido hace seis meses a dar una explicación ante la opinión pública y que se le estaba escapando el timpo "a chorros" para hacerlo.

El ex secretario de los socialistas vizcaínos explicó que, al igual que él, los secretarios provinciales del PSOE de Alava y Guipúzcoa, y el entonces secretario general de los socialistas vascos, José María Benegas, estaban al tanto de la 'guerra sucia' contra ETA.

Asimismo, Damborenea señaló que la noche de diciembre de 1983, cuando se dieron cuenta de que Marey no era el etarra Mikel Lujua, que querían canjear por el capitán de Farmacia Alberto Martín Barrios, secustrado por ETA, los policías le llamaron a él porque era el responsable político más próximo.

También confirmó que Sancristóbal habló con Barrionuevo por teléfono en su presencia y la de otros responsables de la lucha antiterrorista en Bilbao y que éste ordenó seguir con el secuestro para dar un escarmiento a los franceses.

Igualmente confesó que él escribió el comunicado en el que se reivindicaba el secuestro de Marey, aunque precisó que el nombre GAL no aparecía en el mismo y que él no había crado esas siglas. "La organización de los GAL no ha existido nunca", aseguró.

Damborenea precisó igualmente que Alianza Popular, el PNV y la Ertzaintza estuvieron en todo momento ajenos a la lucha antiterrorista del Gobierno socialista, porque en aquella época no había un consenso sobre la materia entre las fuerzas políticas.

(SERVIMEDIA)
20 Jul 1995
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