Bayo, que decidió cambiar al abogado Argote -letrado defensor de Rodríguez Galindo- por Angel López Montero, explica que haber roto su silencio se debe a que éste "tan sólo beneficiaba a los auténticos responsables". El ex guardia civil defiende que ni Dorado ni él mismo conocieron del secuestro y posterir asesinato de Lasa y Zabala.

Asimismo, Felipe Bayo asevera que Rafael Vera y José Barrionuevo conocían, dirigían y financiaban los GAL con el consentimiento de González y algún otro ministro del Interior".

En relación a su ex superior en el cuartel de Intxaurrondo, el general Enrique Rodríguez Galindo, Bayo señala: "Me da vergüenza que Galindo declarara que la lealtad más sublime es la de un jefe hacia sus subordinados, cuando veo que la suya es hacia Barrionuevo, Corcuera, Vera y Elgorriaga". Del mismo modo, lamenta que ni Rodríguez Galindo ni el ex gobernador civil de Guipúzcoa "manifestaran ni siquiera simbólicamente su intención de seguir en la cárcel como nosotros tras concederles la libertad".

Preguntado por lo que conoce sobre la actividad de los GAL, afirma que ningún guardia civil participó en secuestros o asesinatos, aunque añade que "quizá solamente hubo un Gal-indo supervisado por el gobernador civil y por sus superiores políticos".