Barrionuevo hizo estas declaraciones a su salida del Tribunal Supremo, poco después de oir cómo Alvarez Cascos relataba una reunión entre ambos en la que el ex ministro habría pedido apoyo a Cascos para sus "cuestiones procesales".

"A pesar de la promesa solemne que ha realizado ante elTribunal, el señor Alvarez Cascos ha faltado abiertamente a la verdad", dijo Barrionuevo, quien aseguró que "hubo una reunión, yo nunca me referí a ella, porque pensé que era privada, pero Cascos me obliga a contestarle".

La reunión se celebró a principios de 1995 a instancias de Ricardo García Damborenea, quien en aquellos momentos estaba en prisión, por orden de Baltasar Garzón, por sus responsabilidades en el "caso Marey".

CONTRADICCION

Los dos testigos no se han puesto de acuerdo en las fecas, ya que, mientras Alvarez Cascos aseguró que la reunión con Barrionuevo fue en enero de 1995, Barrionuevo sostiene que tuvo lugar cuando Damborenea ya había sido encarcelado.

Damborenea entró en prisión el 17 de febrero de 1995 y salió el 18 de abril del mismo año, después de abonar la fianza de 25 millones que le impuso Garzón.

A pesar de esta contradición en las fechas, Barrionuevo apuntó que él llamó por teléfono a Alvarez Cascos para citarse e "incentivar gestiones para poner en libertad aDamborenea, que ya había recurrido su prisión ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional".

Al parecer, Alvarez Cascos quería el nombre de los magistrados que formaban esta Sala y "yo se los dí", dijo Barrionuevo. "Me dijo que él no sabía cómo había que hacer estas cosas -en referencia a hablar con los magistrados-, pero que debía consultar con quienes sí sabían. Debió consultar con alguien que lo sabía muy bien porque Damborenea fue liberado muy pronto".

"Damborenea me dijo que él se relaconaba directamente con Aznar y Alvarez Cascos en el PP, y por eso yo fui a hacer esa gestión para que saliera de prisión", dijo Barrionuevo.

Por último, Barrionuevo aseguró que estudiará las posibilidades legales que tiene para actuar contra Alvarez Cascos por perjurio, puesto que "no ha dicho la verdad, a pesar de su promesa ante el Tribunal".