Los comisarios, que habían sido superiores de José Amedo en Bilbao, fueron acusados por éste de haber trasladado a Marey hasta el lugar en el que parmaneció secuestrado en Cantabria.

Asimismo, Amedo y Michel Domínguez dijeron a Garzón que los comisarios se habían ocupado de facilitar alimentos al seuestrado y sus vigilantes, y en el caso Saiz de haber efectuado también labores de custodia de la víctima durante el secuestro.

Por este motivo, ambos comisarios fueron detenidos por orden de Garzón el pasado 19 de diciembre, junto con Julián Sancristóbal, ex director de la Seguridad del Estado; Miguel Planchuelo, ex jefe de la Brigada de Bilbao, y Francisco Alvarez Sáiz, ex jefe del mando único de la lucha contraterrorista, acusados de los delitos de tentativa de asesinato, detención ilegal y malversción de fondos públicos.

Aunque todos ellos negaron las acusaciones, Garzón ordenó el ingreso en prisión de Sancristóbal, Planchuelo y Alvarez, mientras que decretó la libertad bajo fianza de 10 millones de pesetas, que ahora ha sido rebajada, de Hierro y Sáiz.