El tribunal denegó la libertad solicitada para Julián Sancristóbal, por considerar que podría eludir la acción de la justicia, por el dinero y los contactos de que dispone. Para poner en libertad a Alvarez y Planchuelo impuso unas fianzas de 10 y 2 millones de pesetas, respectivamente.

Sancristóbal permanece en prisión desde el pasado 19 de diciembre, por orden del juez Baltasar Gazón, al igual que Miguel Planchuelo, ex jefe de la Brigada de Información de Bilbao, mientras que Francisco Alvarez, ex jefe superior de Policía de Bilbao, fue internado en la cárcel al día siguiente.

Sobre los tres pesan los cargos de tentativa de asesinato, detención ilegal y malversación de fondos públicos, en relación con el secuestro de Segundo Marey, que fue raptado por los GAL en 1983.

El juez Garzón consideró que los hechos de que se les acusan pudieran ser constitutivos de detención ilegl (por el secuestro), de malversación, por financiarlo con fondos reservados, y de tentativa de asesinato, por haber planeado supuestamente enterrar al empresario vasco francés en cal viva.

Miguel Planchuelo fue jefe de la Brigada de Información de Bilbao desde 1981 hasta 1984, cuando pasó a ocupar la Jefatura Superior de Policía de Bilbao.

Francisco Alvarez fue jefe superior de Policía de Bilbao durante el mandato de Sancristóbal al frente del Gobierno Civil de Vizcaya y, posteriormente, jefe de Gabinete de Operaciones Especiales del Ministerio del Interior.