Calderón señaló que no le merecen ninguna credibilidad "estos personajes que se presentan como arrepentidos", porque no son claboradores "altruistas, benéficos o desinteresados que busquen la verdad y ayudar a la justicia", sino que son tratan de mercadear con su propia situación.

Calificó de "nefasta y perjudicial" la figura de los arrepentidos si sus testimonios son considerados como bases probatorias de procesos penales importantes, cuando sus declaraciones ante los jueces no deberían tener más importancia que las que cualquier otro testigo, además de ser contrastadas con pruebas objetivas.

No obstante, dijo que es ecesario que se aclaren las circunstancias en que se produjeron las conversaciones entre el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón y el ex policía Michel Domínguez, para que no haya "el más mínimo margen de duda" de que se ha actuado con "total limpieza y claridad".

El portavoz de la APM señaló que esta situación no se habría dado prohibiendo a los jueces que se pasan a la política su vuelta inmediata a la judicatura.