El mercenario de los GAL Jesús Sánchez García declaró ante el juez número 3 de Pamplona, Joaquín Galvé, que Alvarez entregó dos bombas del Ejército y 50.000 francos franceses a un grupo de tres mercenarios relacionados con el GAL navarro.

El antiguo mando policial reconoció que es posible que se hubiera encontrado en alguna ocasión con Sánchez García porque, en razón de su trabajo, "recibía a muchos infrmadores, confidentes y colaboradores" de la Policía, pero insistió en que nunca entregó dinero o armas a ninguno de ellos.

El defensor del ex policía calificó la versión de Sánchez García de "disparatada" y no acertó a encontrar una explicación verosímil a la voluntad de "algunas personas de implicar a mi defendido en asuntos que son falsos, como no sea que reciban dinero a cambio".

Murillo recordó también que Francisco Alvarez "nunca manejó dinero de los fondos reservados, tal y como el propio x secretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera declaró ante los tribunales", por lo que consideró imposible que el ex policía pudiera manejar las cantidades de dinero que se le atribuyen.

Alvarez no tiene tampoco "conocimiento de la existencia de un GAL navarro y cree que nunca existió", por lo que deduce que si las declaraciones de Sánchez García son ciertas "se confunde de persona" al acusarle a él de hacer entrega de armas y dinero.

El abogado de Alvarez está estudiando la posibilidad dequerellarse contra el mercenario y conocido delincuente relacionado con el tráfico de drogas, aunque reconoce que "no podemos querellarnos contra todos los que nos acusan de delitos sin tener ningún fundamento, porque no acabariamos".

Por el momento, el juez número 3 de Pamplona ante el que Sánchez García implicó a Alvarez en la trama de la guerra sucia en Navarra no ha llamado a declarar al ex policía, por lo que Murillo es partidario de esperar la decisión del tribunal antes de emprender acciones juiciales por calumnias contra él.