El estudio, patrocinado por Caja Madrid y el Círcuo de Empresarios, pone de manifiesto los cambios en las necesidades del mercado laboral y cómo algunos negocios que prometían en el pasado, tanto en creación de empleo como en expectativas de rentabilidad, están siendo superados por otros que atienden las nuevas necesidades de la sociedad.

Según el estudio, las áreas que crearán más empleo de aquí al 2006 serán, por este orden, las nuevas tecnologías, la asistencia geriátrica, la sanidad, la protección privada y la creación de trabajo senior, esto es,para personas de edad avanzada.

Así, en el área de las nuevas tecnologías se buscarán expertos en domótica (nuevas tecnologías aplicadas al hogar), nuevas fuentes de energía y biotecnología. En los servicios a empresas destacará la logística y los servicios post-venta y en la atención social el cuidado de ancianos, de niños y también la generación de ofertas de ocio, cada vez más solicitadas.

OTRO PERFIL

El estudio pone de manifiesto un cambio de perfil en el diseño del candidato ideal para afrntar estos empleos. Los ofertantes demandan cada vez más gente formada en valores humanos y menos en aspectos educacionales concretos, si bien los idiomas y el conocimiento de nuevas tecnologías aparecen como "claves".

Sin embargo, lo que más se valorará para acceder a un empleo será la capacidad de interrelación del candidato, su contactos, su capacidad para gestionar equipos y para motivar a la gente y su relaciones con clientes y proveedores, quedando en un segundo plano la formación específica, má fácil de adquirir en un corto periodo de tiempo.

El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Eduardo Zaplana, se mostró de acuerdo con las ideas esgrimidas por el estudio y puso de manifiesto la necesidad de adecuar la formación.

A su juicio, es necesario cambiar dos conceptos básicos del sistema formativo español: erradicar la idea de que la formación sólo dura unos años (debe permanecer durante toda la vida) y modificar los sistemas formativos para generar gente capaz de generar ideas e inquietdes y no sólo personas que tengan muchos conocimientos.

"Hay que hacer un sistema de formación profesional más flexible", dijo Zaplana y, además, aparte de formar en conocimiento "preparar para tener capacidades y destrezas".

Se trataría, en resumen, de mejorar la formación humana y ética de las personas para que puedan afrontar los cambios en una sociedad que cada vez solicita más este tipo de valores.