Fuster, que dijo hablar a título personal y no como prsidente de Endesa ni experto en economía, recalcó que "sería un proyecto oportuno frustrado, y me preocuparía".

En su opinión, "el trato de igual que mantiene España con otros países, al estar al márgen del proyecto europeo se nos complicaría significativamente", y agregó que el Reino Unido ha sufrido mucho las consecuencias de su salida del SME, "mucho más de lo que se dice".

La diferencia entre los ingleses y nostros, añadió, está en que para ellos el componente del aislamiento les refuerza, poque lo han cultivado durante siglos, "pero no creo que en España ocurriera lo mismo, porque somos un país que hemos estado muchos años en un aislacionismo autocomplaciente".

"Huir de la competencia y enquistarte en tu casa", añadió, "acabaría con el esfuerzo realizado y abortaría muchas inicitivas" por lo que se mostró partidario de hacer todo lo que sea razonable para mantener a España en el SME.

Desde el punto de vista económico, dijo que los datos de Unesa, la patronal de las eléctricas, cifra en cerca de 50.000 millones de pesetas el efecto de la devaluación de la peseta sobre las economías de estas empresas, y que de esa cantidad unos 20.000 millones de pesetas no serán recuperables.

El motivo es que estas compañías tienen un sistema de compensación en tarifas que permite repercutir los costes financieros y las alteraciones en los tipos de cambio de las divisas en las que están endeudadas las eléctricas, lo que hace que gradualmente, ya que sólo tienen que reflejar en su balance la deudavencida cada año, pueden ir recuperando parte de las pérdidas ocasionadas por el ajuste monetario.