El acuerdo de integración incluye la participación a partes iguales de Pesa y Afora en una nueva sociedad "holding" que tendrá como finalidad la fabricación de aceros especiales y piezas de forja, y deja un paquete del 6 por cien para que el Gobierno vasco disponga de una participación institucional, lo que le costará en torno a los 600 millones de pesetas.

Junto a este desembolso en acciones, la Administración vasca tiene el compromiso de abonr otros 2.700 millones de pesetas para financiar parte de los costes que conllevará la reducción en un 18 por cien de la plantilla global de las dos empresas, exactamente 515 puestos de trabajo de los 2.850 que tiene aproximadamente.

Este ajuste laboral forma parte del Plan Industrial de la nueva sociedad, que prevé reducir los turnos de trabajo para lograr una producción anual que oscile entre 130.000 y 160.000 toneladas, al tiempo que se mantienen abiertas las dos factorías.

La nueva sociedad pdría estar constituida en abril con un capital social de 8.000 millones de pesetas, de los que 3.750 serán aportados por cada una de las dos sociedades siderúrgicas vascas.

El nuevo "holding" vasco de aceros especiales será por tamaño y facturación, cerca de 19.000 millones de pesetas, el primero del sector en Euskadi y el segundo más grande de España, por detrás de Acerinox. Su gestión será compartida por los responsables de las dos compañías que lo constituyen, con la acción intermediaria del Ejecutvo autonómico.

La fusión no afectará a algunas áreas de negocio de Pesa y Afora, como la fabricación de herramientas e inversiones en el exterior de Pesa y la cartera de inversiones financieras de Afora.