Tanto en el caso de la Caja de Vigo, de titularidad municipal, como en las otras dos cajas, de carácter provincial, existe un control total del PP a través de los representantes de diputaciones y corporacione locales en sus órganos de Gobierno.

"La fusión entre estas cajas es una vieja aspiración de Manuel Fraga, y no es de extrañar que en este momento el presidente de la Xunta quiera forzar el proceso", han señalado las fuentes citadas.

De hecho, los propios protagonistas han reconocido que Manuel Fraga se reunió hace pocas semanas con los directores generales de las tres cajas de ahorro, si bien han matizado que la reunión no estuvo motivada por el proceso de fusión.

En esta dinámica, Caixa Vio tiene todas las trazas de ser la caja que lleve la batuta, en primer lugar por su mayor dimensión, con un activo ligeramente superior al medio billón de pesetas, frente a Caixa Ourense, que posee un activo de 220.000 millones, y Caixa Pontevedra, con algo menos de 200.000 millones.

Además de su mayor dimensión, los analistas destacan que es la más profesionalizada de las cajas, especialmente después de que en la última asamblea se produjera una renovación de los cargos en la que se ha dado entrada asectores profesionales en sustitución de otros de componente más político. Además, el eje de desarrollo económico de Galicia norte-sur favorece la situación estratégica de la Caja de Vigo.

Sin embargo, las resistencias son altas, por razones personales, de quienes temen por el futuro de sus cargos, y porque los ayuntamientos y diputaciones de Orense y Pontevedra temen una pérdida de protagonismo de sus regiones en los intereses futuros de la nueva caja resultante.

De hecho, el único intento de un alianza estratégica de largo alcance fracasó hace años, cuando se planteó la renuncia de las cajas de Orense y Pontevedra a sus respectivos centros de cálculo en favor del de la Caja de Vigo.