Los socialistas han solicitado al Ejecutivo que proceda a la inmediata destitución de Cardenal y a la remoción de Fuangairiño, a los que consideran indignos de mantenerse en el cargo.

Para el PSOE, la defensa de posiciones políticas por parte de ambos fiscales, "disfrazadas con el uniforme de lo jurídico" es intolerable, sobre todo cuando ese posicionamiento "parte precsamente de quienes tienen el deber y la función constitucional de defender el principio de legalidad democrática".

Belloch se mostró escandalizado por el hecho de que Fungairiño y Cardenal hayan sido capaces de "defender al final del siglo XX, la legitimida de un golpe de Estado contra la democracia como medio de subsanar las deficiencias de ese orden constitucional".

A su juicio, esta actitud es reveladora de una ideología "antidemocrática e impropia de un país civilizado", pero también de una ieología "criminal" porque significa amparar a "tipos como Pinochet, sus asesinatos, sus torturas y sus secuestros".

"Quien piensa que el orden constitucional es insuficiente para mantener la paz pública, como ha dicho el señor Fungairiño, no puede seguir ocupando dignamente los cargos de fiscal jefe de la Audiencia Nacional y de fiscal general del Estado, quizá sí el de fiscal general del Gobierno", explicó el portavoz socialista.

Para el Grupo Socialista, la responsabilidad de esta actuación rece en el Gobierno que los designó y que es el responsable de decidir la destitución y la remoción de ambos responsables de la Fiscalía, que, a su juicio, han quedado "fuera de los límites de la Constitución española".

DESCREDITO

Belloch rechazó de antemano las acusaciones que se le han venido haciendo desde el PP de montar una campaña de descrédito contra Fungairiño e insistió en que en este asunto "no hay nada que capitalizar" desde el punto de vista partidista.

"Aquí hay un problema más grave ue no sólo tenemos que repudiar sino corregir. Son declaraciones que deben avergonzar a cualquier persona que tenga una mínima sensibilidad cívica, no ya democrática", aseguró Belloch, quién insistió en que "España no se marece tales actitudes y mucho menos que queden impunes".

Según el portavoz socialista, el Gobierno demostraría "una ceguera y una falta de sensibilidad que a los socialistas nos escandaliza y nos preocupa".

Belloch putualizó que si el PP se opone a la celebración de un pleno sobe esta materia significaría que "las posiciones del fiscal Fungairiño y del fiscal Cardenal coinciden con las posiciones del señor Aznar y del Gobierno y que sus fiscales se han limitado a acatar sus instrucciones. Eso sería lamentable, pero comprensible".

Finalmente, el Grupo Socialista hizo un llamamiento a todos los grupos para que "no obstaculicen" la celebración de un debate. En caso contrario, Belloch advirtió que "tendrán que explicar su posición con mucho cuidado a sus votantes", una andanada laramente dirigida a los socios nacionalistas del Gobierno.