A su juicio, es incomprensible que el Gobirno haya decidido nombrar a Fungairiño para un cargo tan importante, después de que no obtuviera ningún apoyo del Consejo Fiscal y que además haya sido sancionado por el incumplimiento de los deberes propios de su cargo. "Yo no lo comprendo y me produce perplejidad y asombro", declaró a Onda Cero.

Jiménez Villarejo rechazó las críticas realizadas por miembros del Gobierno contra quienes se han opuesto al nombramiento y afirmó que no se trata de un problema de corporativismo. "Se está reclamando una coa tan sencilla como que se respete el estatuto democrático del Ministerio Fiscal, que es modélico en Europa y que mantiene su independencia del Ejecutivo a cambio de reconocérsele cierta autonomía. Los fiscales no son meros apéndices del poder Ejecutivo, porque no lo son ni lo van a ser nunca, son representantes de la legalidad y defensores de los ciudadanos".

"Es razonable que el fiscal general del Estado esté pasando por un momento difícil y esté consternado por lo que está ocurriendo", agregó, "per yo desearía que fuera compatible el respeto a su persona con una posición firme y crítica respecto de decisiones que me parecen, aparte de absolutamente improcedentes, generadoras de una grave crisis en la institución del Ministerio Fiscal".

El fiscal anticorrupción confirmó que no asistirá a la toma de posesión de Eduardo Fungairiño, "por coherencia con las decisiones que hemos tomado en la Junta de Fiscales de Sala".