UGT señala que la propuesta del Gobierno de convertir los hospitales en fundaciones abre el camino hacia un modelo sanitario que ha dado cumplida cuenta de su ineficacia, ya que en otros países donde se ha adaptado, como Gran Bretaña o Suecia, se ha comprobado que desmembra el sistema y hace imposible su control por parte del Estado.

La central sindical que dirige Cándido Méndez insiste en que la conversión de los hospitales en fundaciones pone en grave peligro la integrida y estabilidad del Insalud, y del conjunto del Sistema Nacional de Salud.

Para la Federación de Servicios Públicos de UGT, este reglamento rompe definitivamente el modelo de gestión creado por la Ley General de Sanidad, cuyo objetivo es la integración de todas las redes estatales en una única red sanitaria.

Para esta organización sindical, esta medida va a desembocar en un deterioro de los actuales centros hospitalarios que perderán inversión, recursos de alta tecnología y profesionales cualificaos. Asimismo, esta conversión de hospitales en Fundaciones Públicas Sanitarias llevará consigo la pérdida de calidad asistencial de los actuales centros, que "quedarán cada vez más obsoletos y orientados a lograr rentabilidad económica".