Según el comunicado hecho públic por el Ministerio de Sanidad y Consumo, el reglamento crea un marco normativo estable y transparente para que, en el ámbito del Insalud, se pueda compatibilizar la descentralización de la gestión en los centros con las garantías propias del servicio público que se presta.

Los centros del Insalud podrán gestionarse a través de fundaciones, sociedades estatales, consorcios con otras Administraciones o entidades, y fundaciones públicas sanitarias, que será el modelo elegido para los hospitales ya existetes.

La fundación pública sanitaria es la única fórmula que permite que el personal del Insalud pueda mantener su actual régimen laboral. De hecho, esta figura se creó para dar autonomía a los centros sanitarios y poder mantener el régimen estatutario para sus profesionales.

El decreto prevé dos órganos de participación, uno externo, con presencia de consumidores y asociaciones representativas de la sociedad civil, de las CCAA, ayuntamientos y universidades; y otro de participación de los profesinales.

Los centros sanitarios adquirirán personalidad jurídica de forma "gradual y voluntaria", en la medida en que los propios centros soliciten y acrediten su madurez para asumir más competencias.

MODERNIZACION DE LA GESTION

El reglamento permitirá, según el comunicado de Sanidad, modernizar y descentralizar la gestión de los centros, dotándoles de mayor autonomía y flexibilidad organizativa.

La descentralización de la toma de decisiones en los propios centros sanitarios se hará compatibe con el mantenimiento del carácter de servicio público sanitario y la concepción integral de toda la red asistencial.

Según afirma el ministerio, el texto se ha negociado durante seis meses y cuatro de los sindicatos con representación en el Insalud han dado su respaldo al proyecto (la Federación de Sanidad de CCOO, CSI-CSIF, Satse y Sae).