Viaña ha sido uno de los coordinadores del campo de las fundaciones dentro del estudio "Las cuentas de la economía social. El Tercer Sector en España", que fue patrocinado por la Fundación ONCE y se realizó en 2001, y que desde un punto puramente económico analiza la labor de las fundaciones, asociaciones, obras sociales de cajas de ahorro, y cooperativas.

El estudio señala la mejora de la calidad del empleo en las fundaciones respecto al resto de la economía española. En este sentido, el 78 por ciento del empleo generado es fijo, frente al 68 por ciento del resto. En cuanto a la igualdad de género, el 61 por ciento son mujeres, frente al 39 por cien al resto de sectores económicos.

Esto se debe, según Viaña, a que el trabajo en las fundaciones requiere características afines a un carácter femenino, marcado por una empatía en el trato con el otro, habilidades relacionales, y gusto por la forma artística. También influye que en la mayoría de los casos son trabajos a tiempo parcial, que ocupan más las mujeres.

En cuanto a las los ingresos y las rentas de las fundaciones, se señala que dos tercios de las fundaciones declaran unos ingresos inferiores a 35.219 euros. Además, de entre estos ingresos declarados, más de la mitad (el 52,5 por ciento) proceden del sector público, en su mayor parte. De los ingresos procedentes del sector privado, la gran mayoría vienen de la prestación de servicios (28 por ciento) y por la venta de bienes al mismo sector (9 por ciento). Las rentas del patrimonio suponen solo un 1 por ciento.

Por último, el sector de las fundaciones contribuyó al PIB español en 2001, 1.697 millones de euros, o lo que es lo mismo el 0,3 por ciento del mismo. Además, como se ha señalado al principio, aporta el 0,4 del empleo nacional, por lo que según Viaña la productividad media del trabajo en las fundaciones es el 60 por ciento de la productividad media en el conjunto de unidades productivas de la economía española.