El propósito del proyecto es que la comunidad iberoamericana intercambie investigaciones y experiencias en un plazo de dos años, con el fin de elaborar un plan común de materias transversales relativas a estos valores.

El programa comenzará a aplicarse en países de Centroamérica, por tratarse de las últimas naciones que se han incorporado a la democracia, y por tato, donde hay una mayor sensibilidad favorable a la promoción de valores como la democracia y los derechos humanos, según explicó Fernando González, uno de los responsables del programa.

Juan Carlos Tedesco, director de la Oficina de Educación de la UNESCO, se felicitó por esta iniciativa pionera del Grupo Anaya, que dijo que cuenta con el pleno respaldo de su organismo, ya que sintoniza con esa "formación de la conciencia moral" de los niños que la UNESCO reclama con insistencia a todos los agentes sciales.

El ex Defensor del Pueblo Alvaro Gil-Robles, asesor de la Fundación Germán Sánchez Ruiperez, manifestó que este tipo de programas son los que realmente acercarán a las generaciones futuras de los pueblos iberoamericanos.