A través de este convenio, suscrito en el marco del Programa Convergencia Rural-Naturaleza RUNA de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, ambas entidades se comprometen a trabajar en proyectos que pongan de relieve la importancia del mundo rural para la conservación de la naturaleza.

Uno de los objetivos comunes de estas organizaciones es visibilizar el valor de la trashumancia resaltando los beneficios ambientales, socioculturales y territoriales que proporciona, tales como la prevención de incendios forestales, la producción de alimentos de calidad y el fomento de actividades de diversificación de la economía en el medio rural.

La FFRF y UPA aseguraron que el mantenimiento de determinadas actividades agropecuarias "es un requisito esencial para el equilibrio ambiental de muchas zonas", por lo que demandan a las administraciones "el fomento de una coyuntura política y económica que frene la tendencia al abandono de la actividad rural".

Por otra parte, tanto UPA, como la FFRF abogaron por la creación de "un marco normativo nacional" que acredite la trashumancia y que reconozca y valore esta actividad.

Otras de las acciones que comprende este convenio, son el impulso y la divulgación de la labor de los agricultores y ganaderos en la gestión y protección de la biodiversidad, así como el fomento la convergencia entre el mundo rural y los actores de la conservación de la naturaleza.

Asimismo, gracias a esta firma, ambas organizaciones se comprometen a trabajar por el desarrollo de una diversificación de la actividad pecuaria entre los agricultores y ganaderos para complementar la rentabilidad agraria a través de acciones de conservación medioambiental.

El convenio contempla también el desarrollo de acciones de protección ambiental en el espacio rural, así como el fomento de métodos de producción agraria compatibles con la conservación de la biodiversidad silvestre.