Así lo indicaron en rueda de prensa el director de la Obra Social de "la Caixa", Jaime Lanaspa, y el director del estudio, Oriol Homs.

Según Lanaspa, es preciso llegar a un pacto nacional en el que intervengan sindicatos, patronal, Gobierno central y administraciones autonómicas, para contribuir "al cambio que necesita el modelo productivo español" e impulsar la creación de empleo.

"Y para ello hay que mejorar la cualificación de la población, a fin de adecuarla a las necesidades del mercado de trabajo", añadió.

El estudio subraya que la formación para el empleo (que incluye la Formación Profesional inicial, la formación continua y la formación ocupacional para parados) aumenta rápidamente en España "y goza de buena salud", con más de 3.700.000 personas formadas al año. "Sin embargo, sólo 450.000 de estos alumnos cursan estudios iniciales", apuntó Oriol Homs, lo que implica una tasa muy inferior a la media europea.

En esta línea, Homs afirmó que si bien "en España no sobran licenciados", sí "faltan muchas personas con estudios de grado medio (23%, frente al 49% de Europa)". "Nuestro problema es que tenemos un gran porcentaje de población que sólo ha alcanzado la educación básica (42%, frente al 23% de la media europea") y, precisamente, "la Formación Profesional podría ayudar a paliar esta diferencia".

El autor explicó además que "un mayor porcentaje de estudiantes de Formación Profesional redundará en una mejora de la competitividad de nuestra economía", ya que, en la actualidad, "ni las empresas encuentran jóvenes con la cualificación profesional necesaria, ni tampoco los demandan. Prefieren formarlos una vez contratados, lo que sin duda implica costes mayores y provoca una menor productividad".

"Y ahora que las compañías externalizan costes, debemos procurar que el sistema educativo satisfaga sus necesidades y fomente la especialización", apuntó Homs.

SOLUCIONES

Entre otras medidas, el estudio propone crear centros que integren las diversas modalidades de la formación para el empleo, separando la Formación Profesional inicial de los institutos, flexibilizar el funcionamiento de muchos de estos cursos para acercarlos a las empresas y mejorar su calidad.

También sugiere una mayor coordinación entre el Estado y las comunidades autónomas y recomienda un mayor esfuerzo en la certificación de la experiencia profesional, "para que la gente vea útil obtener dichas acreditaciones".

Oriol Homs se felicitó por que "este año han comenzado a funcionar los cursos que permiten el acceso a la Formación Profesional inicial a alumnos que no han superado la ESO. Esto no sólo va a permitir combatir la tasa de fracaso escolar (que en España casi duplica la media europea), sino que mejorará la cualificación de la población general".