En un documento titulado "América Latina y la nueva Presidencia de EEUU", la red de expertos que FAES tiene en Iberoamérica analiza el posible impacto que la mano de Obama puede tener en el continente una vez que tome el relevo de George W. Bush al frente de los Estados Unidos.

FAES asegura que "lo previsible es que su gobierno no sea tan diferente del de las administraciones demócratas que le precedieron", aunque avisa de que su visión sobre algunos asuntos internacionales "presenta algunos interrogantes, como la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, la retirada de las tropas de Iraq, el diálogo con regímenes autoritarios o la política de inmigración".

"Lo que sí parece previsible es que la acción de Gobierno lime algunas de las ideas demócratas expresadas en campaña y que el pragmatismo y la realidad impongan una continuidad en la política exterior norteamericana con respecto a América Latina", dice.

FAES espera que "se destierren las medidas económicas proteccionistas" con respecto a los países iberoamericanos, los cuales pueden ver mermadas sus posibilidades de crecimiento en caso de que la nueva administración estadounidense tome medidas de celo frente a la crisis económica.

En las relaciones con México, Obama podría aportar "un paso más hacia la igualdad" entre las clases sociales pero duda del impacto positivo de sus políticas porque "es una incógnita su grado de conocimiento de las realidades políticas y sociales de América Latina".

Respecto a Cuba, FAES cree que "sería un grave error que bajo un pretexto buenista se disminuyera el nivel de exigencia y de denuncia contra el régimen totalitario o decayera el nivel de apoyo a los opositores pacíficos".

Uno de los puntos en los que Obama debe hacer más hincapié es en la lucha contra el tráfico de drogas, tanto en Centroamérica como en Colombia, aunque FAES avisa que "esta política puede verse amenazada" con el nuevo presidente de EEUU por su inclinación "hacia sectores de izquierda".

En cuanto a Venezuela, la Fundación de Aznar sostiene que Hugo Chávez "ha perdido a su principal protagonista" en su discurso antiimperialista, ya que Obama "no resulta tan fácilmente caricaturizable para Chávez, al mostrarse como representante de un cambio que agrada a cierta izquierda".

"Lo previsible, por tanto, es una transición en las relaciones que se reflejaría en cuatro puntos: evitar una guerra de declaraciones entre Caracas y Washington; establecer un diálogo serio sobre la colaboración frente al narcotráfico; encarar la lucha contra el terrorismo, con especial énfasis en la relación entre Chávez y las FARC, y, finalmente, pero no en último lugar, reorientar la cuestión del petróleo", asegura.

FAES sostiene que Obama debe incrementar la lucha contra la producción de cocaína en Perú, dado que en este país se fabrica el 20% de la que entra en Estados Unidos.

Las relaciones con Brasil podrían verse empeoradas por la apuesta de Obama por el etanol y otros biocombustibles. Sin embargo, reconoce que las perspectivas en las relaciones con el presidente Lula son "halagüeñas".

Finalmente, FAES vaticina que la relación diplomática con Argentina "no se alterará" porque, entre otras cosas, este país "no ocupa un lugar destacado" en los objetivos internacionales de la futura administración.