La junta difundió hoy un comunicado en el que muestra su enérgico rechazo por el contenido de las declaraciones realizadas por Núñez en el pleno del pasado día 5, cuando se sumó a la indignación de una diputada del Bloque y criticó a los traductores por adaptar una iniciativa al gallego normativo.

El rechazo de la junt de personal se hace extensivo al procedimiento empleado, por estimar que al hacer la recriminación ante el pleno creó una situación de indefensión y desprestigio para unos trabajadores que se limitan a hacer el trabajo que les fue encomendado, después de acceder a sus puestos en pruebas en las que el presidente de la Cámara actúa como presidente del tribunal y en las que debieron demostrar su dominio de la lengua gallega normativa, de acuerdo con las reglas aprobadas en el año 1982 por la Real Academia Gaega.

El presidente de la Cámara gallega reiteró el día 7 su tesis de que la corrección de los textos parlamentarios sólo debe aplicarse a las iniciativas aprobadas. La junta de personal estima que esa apreciación anima a incumplir la Ley de normalización lingüística del año 83, el Reglamento del Parlamento y el estatuto de personal de la Cámara, al tiempo que echa por tierra diez años de labor normalizadora del gallego en la Cámara.

La Junta de personal pregunta al presidente y a los diputados engeneral si entienden que están obligados a cumplir la Ley, y recuerdan que el estatuto de personal obliga a los traductores a corregir y adecuar al gallego normativo todos los documentos parlamentarios.

En el mismo comunicado, la junta de personal pide a todos los diputados que reflexionen sobre cómo es posible que desde la presidencia del Parlamento y de modo reincidente se pretenda incumplir o hacer incumplir una norma aprobada por la Mesa de la Cámara (estatuto de personal), que se haga también apoogía de la ilegalidad en lo que atañe a acatar la Ley de Normalización Lingüística.

El comunicado de la junta de personal solicita del presidente del Parlamento que rectifique sus declaraciones, en beneficio del prestigio de la instituión parlamentaria.