Ambos colectivos 'cercaron' el Bodegón del Pueblo Canario, junto al hotel Santa Catalina, donde se hospeda la delegación gubernamental, ya que mientras unos 50 funcionarios bloqueaban una entrada, los anti OTAN intentaron llegar hasta la otra puerta de acceso.

Los primeros en aparecer fueron los funcionarios, que interfirieron en la recepción con ruidos de megáfonos, alarmas y pitadas, lo que obligó ala organización a subir el volumen de la música canaria que sonaba de fondo. La policía obligó a los manifestantes a replegarse una calle más allá del lugar en el que se celebraba el cóctel.

Más numerosos fueron los manifestantes anti OTAN. Fueron cerca de 400 e intentaron llegar incluso al hotel donde se alojaba Aznar, aunque un cordón policial se lo impidió. Tanto en una manifestación como en otra se produjeron empujones y lanzamiento de algún que otro objeto contundente por parte de los manifestants, mientras la policía hacía amagos de cargar.

Por otra parte, hay que destacar la ausencia en el cóctel de representantes de Coalición Canaria, ya que no asistieron ni diputados ni consejeros. Tampoco hizo acto de presencia el presidente del Gobierno, Manuel Hermoso, ni el vicepresidente, Lorenzo Olarte.