En sus discursos ante las decenas de miles de trabajadores de todas las administraciones públicas del país y de todos los sectores, Gutierrez y Méndez han criticado la política económica y social del Gobierno de José María Aznar y han arremetido contra su política de "caos" en todas las materias.

Los líderes sindicales consideran que va a ser "inevitable" una huelga general en la fución pública si el Gobierno no da marcha atrás en su decisión de congelación salarial y se baraja como fecha más probable mediados del mes de enero del próximo año.

El secretario general de la UGT, Cándido Méndez, que comenzó su discurso sobre las 14.30 horas en la tribuna de oradores preparada en la céntrica Plaza de España, dijo que Aznar y su política ha sido sin duda la que ha ayudado a atraer a los cientos de miles de funcionarios públicos allí presentes.

En su discurso, Méndez explicó que eta semana el Gobierno del PP ha cosechado dos derrotas: "la de los mineros de León y Palencia que le han doblado el pulso al señor Aznar y la otra vosotros que habéis acudido aquí".

"No hay argumento más pesado que ésta manifestación contra la tropelía del Gobierno, contra los funcionarios y sus salarios", puntualizó Méndez.

A juicio del lider de la UGT, el Gobierno de la derecha con la congelación salarial es desleal por partida triple, porque no respeta los compromisos adquiridos por las anterires administraciones, porque atenta contra el derecho a la negociación colectiva y porque, con esta medida, también es desleal con la mejora de los servicios públicos.

Méndez animó a los trabajadores a no permitir que el Gobierno menoscabe la piedra angular de los servicios públicos que son los funcionarios y dijo a los trabajadores del sector que hay que "atenazar y cercar cada vez más al Gobierno. No vamos a pagar nosotros los platos rotos de las dádivas fiscales de este Gobierno", arengó.

El lder del sindicato socialista pidió al presidente del Gobierno "que no extienda su caos a la Reforma Laboral" ante las declaraciones del máximo responsable del Ejecutivo realizadas ayer en Barcelona, en donde anunció una inminente reforma del mercado de trabajo si no llegán a acuerdos los sindicatos y los empresarios.

Cándido Méndez insistió en la unidad del movimiento sindical para conseguir que el Gobierno de marcha atrás en sus posturas y adelantó que "se ponga como se ponga el señor Aznar, vamos a omper la congelación salarial". Añadió que si el Gobierno no rectifica en el mes de diciembre "va a toparse con un conflicto general en la función pública".

"HUELGA GENERAL"

Por su parte, el secretario general de CCOO, Antonio Gutierrez, que pronunció su discurso en último lugar, fue aún más concretó y llamó a las cosas por su nombre. "Después de esta manifestación", dijo, "si el Gobierno a partir del lunes no abre una solución negociada, la abriremos nosotros con una huelga general, no tardando muco".

Gutierrez advirtió que esta medida "no será el cierre sino un paso importante para una movilización que continuará hasta que la razón y la justicia se abran camino".

El líder de CCOO explicó a los trabajadores que con la Reforma Laboral que perfila el Gobierno del PP, el desempleo aumentará, y dijo sobre el contrato flexible que anunció ayer José María Aznar en Barcelona, que "el que se merece el contrato más breve es Aznar en la Moncloa".

Gutierrez advirtió que los recortes presupuestaros y la política económica del Gobierno ya se están notando en el deterioro de los servicios públicos, en la quiebra del sistema educativo igualitario y solidario en pro de una educación "elitista", en el caos de la Sanidad pública "mientras derivan dinero a la Enseñanza privada", en los cuarteles y en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

A juicio de Antonio Gutiérrez, el Gobierno de José María Aznar está dando regalos fiscales a los ricos mientras impone restricciones a los pobres, y compar su política con la de los conservadores británicos, Margaret Thatcher y John Major.

Ambos líderes sindicales criticaron en sus intervenciones el fuerte despliegue policial "ordenado por el Gobierno" para controlar la concentración de funcionarios públicos en Madrid, aunque alabaron su dedicación y su trabajo que, según dijeron, también se ve afectado por la política salarial del Ejecutivo.

Los concentrados comenzaron a disolverse sobre las tres de la tarde, colapsando las entradas de Metro de laPlaza de España y el tráfico en los aledaños.