FUNCIONARIOS DEL CONGRESO ADVIERTEN A MARÍN DE QUE NO ADMITIRÁN UN ADELANTO DEL HORARIO DEL PLENO SIN NEGOCIARLO - Denuncian que este cambio sólo beneficia a los diputados
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Funcionarios del Congreso de los Diputados han advertido a la Presidencia de la Cámara de que no admitirán que se haga definitivo el cambio de horario del Pleno de los jueves, que mañana se adelanta una hora para comenzar a las ocho, si esta modificación no se negocia previamente.
El adelanto acordado la semana pasada por la Junta de Portavoces para el pleno de mañana no ha sido consultado con los representantes de los funcionarios, según informaron a Servimedia fuentes de la Junta de Personal, y tampoco será compensado a los funcionarios a los que afecta.
En principio, los representantes de los funcionarios no tomarán ninguna iniciativa ante lo que el presidente de la Cámara, Manuel Marín, se plantea como una prueba para sondear la posibilidad de "racionalizar" los horarios del Congreso, con el fin de que las sesiones plenarias no se prolonguen por las tardes.
No obstante, advierten de que si se pretende convertir en definitivo este cambio de horarios, será necesario negociar y no tener en cuenta exclusivamente el criterio de los diputados, a quienes les interesa comenzar el Pleno el martes por la tarde y acabarlo el jueves lo más pronto posible, ya que la mayoría pasan en sus provincias el resto del tiempo.
De hecho, el jueves por la tarde no se ha convocado ninguna comisión, aunque es previsible que el Pleno pueda prolongarse hasta bien entrada la tarde, y no se ha tomado ninguna medida para que el Pleno del martes y el miércoles comience por la mañana para que no termine entrada la noche, como ocurre la mayoría de las semanas.
El nuevo horario afectará desde mañana a los ujieres de Pleno, a las taquígrafas y estenotipistas -que deben estar en la Cámara durante el tiempo que se prolongue la sesión-, a los informáticos, a los técnicos de televisión y sonido, a los servicios de protocolo, al departamento de prensa, a los policías, al personal de limpieza, a los servicios de médico y enfermería y a la cafetería.
NI COLEGIOS NI TRANSPORTE
Esta decisión, tomada de una semana para otra, ha generado malestar entre los funcionarios, que consideran que si se trata de una medida para facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral, empieza con mal pie, desde el momento en que obliga a los trabajadores a buscar soluciones para dejar a sus hijos al menos dos horas y media antes del inicio de la jornada escolar.
El segundo problema que tendrán que solucionar los trabajadores será el de llegar puntuales al Pleno de mañana. Algunos, como los encargados de la limpieza, adelantan su horario de entrada a las 5,45 de la madrugada, cuando aún no funciona el transporte público.
Los taquígrafos y los ujieres de Pleno, por ejemplo, no habrán acabado su jornada laboral antes de las nueve de la noche del miércoles, con lo que no respetarían el principio básico contemplado en el Estatuto de los Trabajadores de disfrutar de 12 horas de descanso entre el final de una jornada laboral y el inicio de la siguiente. No obstante, los funcionarios no se rigen por el régimen general establecido en el citado Estatuto.
(SERVIMEDIA)
05 Abr 2006
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