Las tres columnas de funcionarios que llegaban de Moncloa, Atocha y el Paseo de la Florida llenaron cada metro cuadrado de las calles Gran Vía, Princesa y Cuesta de San Vicente, así como el recinto de la plaza de España.

Mientras, los líderes de UGT y CCOO, Cándido Méndez y Antonio Gutiérrez, observaban desde una ventana del Hotel Plaza el éxito d la primera gran movilización contra la congelación salarial impuesta por el Gobierno de José María Aznar.

En el ambiente festivo y musical, acompañado por miles de pancartas, gorras y pegatinas, se palpaba la apuesta por la huelga general ante la negativa del Ejecutivo a ceder en sus posiciones y una inevitable radicalización del conflicto ante los antecedentes del conflicto minero.

Bajo un cielo gris, amenazando lluvia, las decenas de miles de concentrados, bien abrigados, esperaron la aparició de sus líderes. Los manifestantes más ruidosos fueron los de la delegación de Valencia que acompañaron todo el recorrido con el lanzamiento de petardos.

Unos 250 agentes de las distintas unidades de tráfico de Policía Municipal realizaron un seguimiento del recorrido de los funcionarios en sus reivindicaciones.